martes, 9 de agosto de 2011

No me gustaría ser otra chica del montón

No creo que el blanco sea el color que debería llevar hasta un altar. No quiero pertenecer a la secta de mujeres desquiciadas por encontrar su “vestido ideal”. Me preocuparía bastante formar parte de aquellas que se obsesionan más por organizar el día perfecto, ese que será “el día más feliz e importante”, que por construir una vida al lado de la persona que quieres. No quiero ser de las que se desilusionan porque su dedo anular no pesa lo suficiente. Me apuesto lo que quieras a que aquella que dijo “el diamante es el mejor amigo de una chica” fue encontrada muerta junto a una manada de gatos, sola; sola pero con un precioso anillo de diamantes que nadie le regalo. Mi pensamiento sobre sentirme realizada no se basa en seguir los tópicos, y mucho menos en ser corriente, o identificarme con un grupo que sigue el protocolo establecido para la mujer. No tengo previsto ser una chica del montón. Por mi parte, no voy a dar el gusto a ningún otro hombre o mujer de hablar de un sexo débil.



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