I have a plan.

  ¿Los planes? Son como las personas. Algunos te sorprenden, otros cambian, son como los esperabas o son exactamente diferentes a como los imaginaste. Son impredecibles.
Vale, plan B.
No me fio mucho de los planes, pero aún así ¡me encantan! me pierdo planificando lo que no voy a hacer.
Y ahora lo sé, soy un plan en toda regla: puede que si, puede que no. Soy un plan.

                                               Silencio por favor, estoy planeando.

Re-Vivir

A veces me abandono a los recuerdos. Cierro los ojos y escucho la música que me transporta a otro lugar, lejos del ruido de aquí. Y a veces, no siempre, consigo tener un momento de paz.
Suspiro y pienso en ti, en ellos, en mí. Me voy un rato y la tranquilidad colma mi cuerpo. Me dejo caer en la memoria y tímidamente mi cuerpo flota sin separarse del suelo.
Respiro suave, como si no dependiese de ello, como si sólo viviese a cuenta de mi nostalgia. Entonces sin saber cómo, me pierdo en el olvido del ayer, desaparezco.

Es allí, abandonada al pasado, donde revivo olores, sabores, sensaciones… re-vivo.
Y cuando la música acaba, despierto con una dulce impresión de serenidad. Y sin poder evitarlo, lentamente, una sonrisa se dibuja en mis labios y vuelvo a suspirar. Es ese pequeñísimo soplo del cual no eres consciente, pero que acompaña a ese gesto pleno, dulce y tierno que experimentas cuando no te das cuenta de ello, y que me impulsa para volver de nuevo.

Shhh...

Hoy, volví a sentir esa necesidad de estar sola, y que inevitablemente viene pasándome de bastante lejos.
Necesidad de silencio, aunque mis pensamientos no me dejen escucharlo.
Necesidad de aislarme de todo y de todos para poder respirar. Respirar de verdad, de una manera real, notando como mis pulmones se hinchan y aún así piden más. Más aire que no este contaminado de palabras absurdas, de rellenos de silencios que la gente no soporta y no valora. De aire.
Evadirme.
Escapar de aquí para no estar ni allí, ni en ningún sitio.